10/08/2014

Nota de cata: Viña Zorzal Señora de las Alturas 2.010

Me faltan horas al día. Por más que intento estirar el tiempo, no da más de sí. La vida transcurre de casa al trabajo y del trabajo a casa, y una vez que llegas a casa hay más trabajo. Y dentro de lo que cabe, tengo suerte. Poco a poco Paula y yo le vamos pillando el truco a Sergio, donde antes todo era desastre y caos, ahora es una perfecta sincronía y coordinación de movimientos. En esta nuestra casa, es digno de ver como se cambia un pañal manchado de “mostaza a la antigua” a cuatro manos y un ladrido, óigame usted…

Pero a pesar de ello, entre bibe y bibe, nos queremos tomar un vino y…, y no lo hay…

Confieso que, desesperado, he ido a un supermercado y he estado a punto de llevar a casa un Mayor de Castilla y un Pata Negra, a palo, sin gaseosa, así, a pecho descubierto. Pero tranquilos, al final se impuso la cordura y en el último instante me hice con algo más decente. En todo Sevilla-Este (Córdoba-Sur) no hay una sola tienda, una abacería donde poder comprar un vino como Dionisos / Bacomandan. È vietato? Hasta donde tengo comprobado, todas las tiendas de vinos decentes en Sevilla están en el centro y los alrededores, incluida mi tienda de cabecera, que para colmo de mis males, cuando yo puedo ir, está cerrada por vacaciones o por formación, que sí André, tienes una tienda on-line, pero yo el vino lo necesitaba para ya…

En fin...

Pero un día, por casualidad y para nuestra fortuna, teníamos un par de botellas de vino tinto. Cuando un vino o una bodega llama mi atención, suelo seguirla y creo que Viña Zorzal va a ocupar un sitio destacado en mi cava (si es que termino de encontrarla un sitio adecuado en casa).




Nombre: Señora de las Alturas 2.010.
Bodega: Viña Zorzal.
Indicación Geográfica: D.O. Navarra.


Tipo de uva: Garnacha, graciano y tempranillo (según ficha técnica).
Tipo de vino: tinto crianza de 15 meses en roble francés.
Nota: 8,5/10.

Cuando se pone verdadero interés por hacer las cosas bien, se obtienen recompensas, y esta tiene forma de vino, un vino de color cereza, alegre (esa garnacha…), aún se le nota ese punto de locura juvenil. En nariz se aprecia una combinación entre frutas rojas (fresa, cereza), negras (moras) y higo. El paso por barrica le ha dado un pequeño toque a vainilla, ligero torrefacto, sutil sensación especiada (¿clavo?). En boca es pura seda, una seda líquida, muy fina que se desarrolla muy bien. Primero aparece la fruta muy bien ensamblada con la madera, un tanino exquisito y acidez correcta que le hace ser fresco. Hay un aporte mineral cuando te estás terminando el trago que le da ese toque de complejidad que le hace ser un vino especial, de alguna manera equilibra el descaro juvenil de la fruta  con ese punto de madurez que aporta una correcta madera, creo que es un resumen líquido del momento que vive mi generación (1.977, gran año, mejores personas) que ya estamos a caballo entre ese vivir alborotado y las responsabilidades de ser plenamente un adulto, niño incluido.

Gran vino, creo que le falta afinar un poco más en botella, así que creo que para Navidades será uno de los vinos que no faltarán en la mesa.

Y espero que sea por muchos años.

1 comentario:

  1. Resulta muy interesante ver cómo impacta la altura en estos viñedos y cómo se expresa el vino... habrá que seguirlo. Entendemos que es de los viñedos más altos de España no? Linda nota!

    Salutes amigos,

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