28/02/2017

Demencia azul.



La tarde se había quedado bastante bien, fuimos con Sergio a un par de parques para que se cansara jugando, pero antes de volver a casa había que reponer algunas cosillas en la nevera. No podía creer mi mala suerte. A pesar de ser sábado por la tarde, permanecían cerradas las dos tiendas de vino más cercanas al parque donde nos encontrábamos, casi casi en el centro de Sevilla. Mal asunto. La tercera quedaba ya bastante lejos y Sergio empezaba a rezungar, eso significaba que nos tendríamos que contentar con el vino de supermercado más decente que pudiera encontrar en la “bodega”: un Marqués de Cáceres Reserva “Especial” 2.010 de oferta (6,55€ creo recordar), nos tendría que servir para apaciguar la larga sequía de buen vino que aún hoy  estamos sufriendo. Al girar por uno de los pasillos en dirección a las cajas del establecimiento, no pude evitar soltar una carcajada al ver el “invento” azul de García-Carrión. Sergio se giró hacia mí y se empezó a reír, lo que originó una risa generalizada en la pequeña familia Fernández –Rodríguez. Le conté a Paula lo de la ocurrencia del vino azul, tanto por parte del señor Don Simón, como la última historieta de los chicos del novino azul.

- Bueno, pero ¿tú lo probarías? me dijo Paula en referencia al novino azul.
- Sólo si me lo regalan, contesté.

Al día siguiente puse la ocurrencia de Mr. Simón en el perfil de Facebook del blog y en el mío personal. Mi hermana Cris no tardó en pegarme un pequeño tirón de orejas, “Conchos, pues habrá que probarlo para poder opinar!!!”

El lunes, fue el turno de mi hermana política, uséase, mi cuñada Chave.  En una entrada de Facebook me hacía una llamada de atención a una publicación de los creadores del novino azul, en el que se preguntaba ¿Beberías vino azul?

Si me lo regalas tú, ¡por supuesto!” respondí.

Ni imaginar podía que una semana después Paula me regalaría una botella de novino azul, en mi cabeza estaba rondando la idea de hacer una entrada con todo lo que estaba pasando más lo que pasaba con los chicos del  novino y alguna que otra lectura, digamos, rara.

Pero en estas, Paula me regaló el vino azul y lo probamos. Adiós a la entrada que ya tenía titulada “Razones por las que bebería vino azul (si me lo regalas)”


Creo que es difícil que vuelva a probar este novino, igual de difícil de que vuelva, volvamos, a probar un vino que no nos haya gustado, no hay que darle más importancia.

Pero tampoco hay que quitársela, veréis, hay una manida frase de Evelyn B. Hall (falsamente atribuida a Voltaire), que dice algo así como que “no estoy de acuerdo con lo que me dices, pero defenderé tu derecho a decirlo”.

No veo cual es el mal, el problema que podría generar el novino azul dentro del mundo del vino, y aunque fuera un problema, no es el mayor problema del vino español, ni mucho menos. Este es un país en el que cuesta mucho reconocer los méritos de los demás, porque vender 90.000 botellas de novino azul tiene mérito. Muy al contrario, nos gusta mucho poner la zancadilla, ver dónde poner el pie para que el otro tropiece, aún a riesgo de que se nos parta el tobillo y que las consecuencias de la caída del otro sean peores para nosotros que para el que cae. Somos un poco cainitas, si.

Vender 90.000 botellas, que los medios de comunicación te dediquen 2 minutos en la tele, que salgas en las noticias, no solo de tu país, si no que además lo hagas fuera, esa publicidad es impagable, y seguro que a más de uno se le han llevado los demonios. Entiendo perfectamente que haya una rabia (más o menos contenida) de gente que trabaja a pie de viña y en la bodega día a día y que no siempre es reconocida por la prensa y el público en general. Pero normalmente esta gente valiente lo que hace es volver a la viña y a la bodega, el vino no se hace solo con palabras, mucho menos con mala leche.

Están luego los aprovechados, gente que se apropia de una idea, generalmente por las malas, y le saca partido a expensas del trabajo de los otros. Ni que decir tiene que no conceden el crédito ni el mérito al creador de la idea, incluso se molestan si alguien les dice que no son para nada originales. Hemos llegado al mismo resultado por distintos caminos, dicen. Y hay quien se lo cree.

Hay un tercer tipo de personas, el peor de todas: los que no dan ni palo al agua. Son aquellos que no se molestan en trabajar lo que deben, los que no hacen siquiera el mínimo esfuerzo por defender lo suyo, y amparados en el anonimato, gritan a los cuatro vientos lo malo que es el invento de los otros, las trágicas consecuencias que va a traer a la sociedad si esto persiste, los que aprovechan cualquier resquicio para que esa idea no siga adelante. En el caso del novino esto se ha traducido en un juicio y una multa. El denunciante anónimo, por supuesto.

Respeto todas las opiniones, siempre y cuando sean razonadas. He leído muchas manifestándose en contra del novino, puedo estar más o menos en acuerdo con las razones que se dan, pero me molesta un poquitín cuando se magnifica un problema donde no lo hay. He leído alguna que otra burrada, del estilo “esto va a acabar con el consumo del vino en España”. El consumo del vino en España es muy anterior al novino, y lejos de aprovechar el tirón de esta bebida para impulsar el consumo moderado entre los más jóvenes, hay quien se dedica a demonizar este consumo y a sus consumidores. Pero lo que más rabia me da es que en estas mismas páginas o publicaciones serias, se recomiendan vinos de más de 20€ la botella, o se agasaja a “bodegueros” naif que se supone que son la leche, con unos vinos dignos del mismísimo Baco, pero que solo son accesibles a los bolsillos más adinerados. ¿Realmente el problema es el novino azul? Hipócritas.

La vida de este producto no puede ser muy larga, será novedad por un tiempo, pero pasados unos años carecerá de interés o habrá otras bodegas, tanto de casa como de fuera, que explotarán el peculiar color del líquido durante un tiempo, y después, al baúl de los recuerdos. Bajo mi punto de vista, se le ha dado mucha caña al novino pero muy poca a los problemas reales del vino y consumo de vino en España. De vez en cuando surgen cantos lastimosos, por parte de unos y otros, pero al cabo de una semana, todo olvidado, pelillos a la mar, miren que mineralidad más maravillosa, increíble vino blanco criado en barricas de acacia, sublime cata vertical de la más prestigiosa bodega riojana, nueva directiva de la FEV.

Ya. Y mientras tanto, se acerca el buen tiempo, los bares están sacando los cubos de zinc para rellenarlos de hielo y cervezas. Todavía alguno os llevaréis las manos a la cabeza. Y la oportunidad, de nuevo, pasó por vuestra puerta y no dudasteis en darle una patada. Plañideras.

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