18/01/2016

Rabieta.


Vais a perdonarme la rabieta de hoy, pero llevo mascándola desde el Sábado. Los sábados suelen ser bastante ocupados en esta casa, aun cuando no toca ir a trabajar, el día suele girar en torno a Sergio y la compra de la semana, pero este Sábado nos hemos animado a bajar a Sevilla y comer por ahí. Hemos vuelto al barrio antiguo y nos apeteció comer en un restaurante que saben hacer un arroz realmente bueno (aunque no tanto como aquellos que hacía Domingo en Alium). El caso es que me apetecía comer con vino, bien una copa, bien con una botella. Nos sentamos tranquilamente, nos dejaron la carta de vinos, y…, y nos pedimos unas cervezas.

A ver, no puedo pretender que en todos los sitios haya una carta genial y maravillosa, entiendo que en esta tierra donde se bebe más cerveza que agua, un restaurante tenga una carta corta, Rioja, Ribera y Cava. Puedo entender que no te atrevas a poner vinos de autor, vinos de moda y que pongas vinos de gama media-baja, vinos de pasto (Ederra, Azpilicueta, Ramón Bilbao, Resalso, Codorniú 1551)…
Pero lo que no puedo comprender es que me los pongas entre 16 y 20 € la botella o a 3 € la copa. Todo tiene su límite, por ahí no paso.

Finca Resalso lo encuentro entre 6,50 – 8 € en supermercados/tiendas de vino, desconozco cuál será su precio para la hostelería, pero no creo que pueda ser más caro, ya que en la web de la bodega cada una sale por poco menos de 9 € (gastos de envío incluidos).

Entiendo perfectamente que hay que pagar las facturas, los sueldos, los impuestos y hay que tener beneficios, pero doblar o triplicar el precio de venta al público de un producto que es relativamente fácil de encontrar, creo que es una exageración, un producto que no requiere una elaboración o un manejo complicado ni se le da un tratamiento especial. Del almacén a la nevera y de ahí a la mesa.

No hay un sumiller, no se usa un decantador, las copas son normalitas y tú mismo te sirves la copa. Quiero decir que no hay un servicio añadido, que a mi entender, justifique ese incremento.

Y mientras tanto, hay quien se tira de los pelos preguntándose el porqué del bajo consumo del vino en España, el porqué del aumento del consumo en los hogares en detrimento de la hostelería, seguirán gastando dinero en estudios y campañas de marketing para parar la sangría que ya dura años sin que hasta ahora (re)conozcan la causa verdadera ni apliquen medidas reales.


Con lo fácil que sería empatizar con el consumidor medio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por motivos ajenos a mi voluntad, os informo que todos los comentarios tienen que ser moderados.

Salvo que dichos comentarios incluyan insultos o cualquier amenaza (física o verbal) contra las personas o cosas, serán publicados a la mayor brevedad posible.

Muchas gracias.