Mea Culpa, bueno, no toda...

Reconozco que lo hice demasiado tarde y no de la mejor forma. Tendría que haber dejado de lado el correo electrónico y las peticiones "on-line" y haber llamado por teléfono. Puedo llegar a entender que estos son los momentos más laboriosos para una bodega: es tiempo de vendimia y hay que coordinar muy bien la recogida de la uva y su traslado a la bodega, es comprensible que en este momento el cliente pase a un plano un poco más atrás del que ocupa (o debería ocupar) el resto del año. Entiendo también, que organizar una visita un jueves o un viernes es poco rentable y mucho más si solo es para dos personas. 

Ya digo, todo muy comprensible y lógico sobre todo si se trata de Denominaciones de Origen pequeñas y relativamente nuevas. Esto viene a colación a una mini-escapada que he hecho con mi mujer hace un par de días a Mérida, un destino relativamente cercano, donde aparte de ver piedra rota, podríamos visitar un par de bodegas entre Monesterio, Almendralejo, Zafra y la propia Mérida, territorios comprendidos dentro de la DO Ribera del Guadiana. Como el único vino extremeño que ha pasado por mis  labios es de la zona de Trujillo, tiré de Guía Peñin para saber al menos lo que me podría encontrar, y sobre todo, dónde.

Ya aclaro (sin que nadie lo pida), que este tipo de guias las suelo usar algo así como un mapa de qué es lo que me puedo encontrar más allá de las marcas que conozco y que me recomiendan, pues aunque no dudo que la valoración que te indican en las mismas puedan ser imparciales, no poseo tanta experiencia como para criticar las catas que se muestran,  pero sin embargo me creo lo suficientemente independiente como para no dejarme influenciar (demasiado) por las mismas. 

Como decía, me puse a buscar bodegas próximas a nuetro destino, y por interesantes encontré tres o cuatro. A ellas que me dirigí. Salvo una de ellas que me respondieron sobre la marcha, del resto de ellas he tenido que insistir en mayor o menor medida y con distinto éxito: la que me respondió a la primera, en un correo muy educado y agradable, me indicaba que visitas solo las organizaban los sábados. No pasa nada, me la guardo para mejor ocasión. De las que insistí, solo me ha respondido una, y de forma tan cansiiina, desganaaaada, "puede venir en cualquier momeeeento pero cortamos el viernes a mediodíiiia, pero no hacemos ni caaatas, ni degustacioooones....", ¡Tío, despierta! Vale que la visita sea gratuita y tu eres el que pones las normas, pero la imagen que das es pobre, se te quitan las ganas de ir. Y lo de las degustaciones, ¡coño!, en los tiempos que corren y salvo excepciones (o que tú conozcas el vino), casi nadie te va a comprar a ciegas. Pon un precio razonable a esa cata o degustación, a las malas estás recuperando lo servido, pero a poco que te enrolles y que tu producto sea bueno,  ¡vas a vender!; y con el vino y las amistades, pasa como con los sitios donde vamos a comer: lo recomiendas, lo pones en un altar o lo bajas a los infiernos. En fin, confio que haya sido por el jaleo de la vendimia esa actitud tan "fofa".

Y aún sigo esperando contestación por parte de dos de las mejor consideradas bodegas de Extremadura....

Pelín desesperado, tiré de San Google y el primer resultado parecía todo un triunfo, un gol tipo Zidane: te llega, pulsas y toda la gloria para ti: ruta de los vinos de la DO Ribera del Guadiana. ¡Que suene la música!

Pues no. Parad a los chicos de Queen que ha sido como el cabezazo a Materazzi. 

'Amos-a-ver. ¿Qué es esto? Mala suerte, efectivamente, venga, no passssaaa nada, el servidor caído, eso  o que alguien no ha pagado la cuenta..., a ver si encuentro la página web de la denominación. Aha, aquí está... La intro chula, quizás un poco anticuada, y ahora...., ahora..., pues ahora nada... muy simple, poca información, desactualizada...
Así es imposible. He visitado alguna web de la DO, y la verdad es que he quedado un poco desilusionado. Es cierto que me he quedado dormido en los laureles y tenía que haber planeado las visitas con algo más de tiempo. Pero estamos en unos tiempos nuevos y creo que seguimos pensando como nuestros abuelos, pensamos que la gente viene a nosotros por que es lo que quiere comprar, y no es del todo así. 


El tío Marciano y el Pascual, van a echar el chato de vino todos los días, y casi me atrevo a decir que beben cualquier matarratas por medio euro. Pero a día de hoy, la gente se informa y se deja aconsejar, busca y compara, buscan una buena relación de calidad/precio, e incluso no le importa pagar algo más si el producto es realmente bueno. ¿Por qué entonces se sigue pensando engañar al personal? 


En fin, esperaremos a que termine la vendimia, y veremos como ha ido la cosecha de este año. Solo queda ir pidiendo cita...