Sé que llevo poco menos de tres meses sin hacer una entrada en el blog, y no es que no tenga cosas que contar o me falten ideas, muy por el contrario, tengo la cabeza bulliciosa de cosas que quiero contar e ideas que se suceden una a otra. ¿Qué es lo que ha pasado entonces?
Que he estado trabajando en un turno de noche.
Se ha hecho duro, no porque las condiciones en el curro sean malas (aunque podrían mejorar un poquito bastante), pero es un turno que te deja el cuerpo desecho y con pocas energías, los días que he tenido de descanso los he utilizado, en la mayor parte del tiempo, para dormir, aunque descansar, lo que se dice descansar, nada de nada.
Estoy ahora en esa fase de transición entre un turno y otro, aún me tengo que acostumbrar a tener unos horarios de personal normal y corriente, creo que para el fin de semana tendré cuerpo y mente completamente restaurados, o al menos eso espero.
Como decía, tengo unas cuantas entradas rondándome por la cabeza, algunas han pasado de la cabeza a uno archivo en el ordenador, pero lo del pasado martes, uffffff, me ha alterado sobremanera.
Sé que es volver a viejos temas, recurrentes en mis entradas, pero es una cosa que me quema, me provoca dolor el mero hecho de ver cosas como esta:
A su izquierda, el nuevo formato que García Carrión ha "vestido" al vino más vendido en España: Don Simón en botella de plasticucho. Según cogí la botella, no me ofreció la sensación de que tuviera los 75 cl. que indica la botella, ni por peso, ni por el tamaño de la botella, tanto fue así que le coloqué junto a una botella que supuestamente tiene la misma cantidad de líquido, y como podéis ver, Don Simón pierde por altura y por diámetro. Quizás estén vendiendo entre 65 y 70 cl, lo cual es inapreciable a la hora de beber, pero botella a botella se están sacando un montón de botellas "gratis" a costa del consumidor.
Y así es como te lo venden, a 44 botellas por cartón, esta es la imagen del vino español más vendido. No llego a comprender cómo el resto del sector del vino permite esta aberración.
Es cierto que Don Simón tiene su público, yo mismo lo utilizo para mezclarlo con naranja o limón, pero creo que todo tiene un límite, sobre todo cuando se toma el pelo al consumidor, ya no solo por el precio, a euro una botella (el litro a 1,33 €), si no porque pone la leyenda "El vino español más vendido en el mundo", lo cual es verdad a medias. García Carrión, propietaria de la marca Don Simon, es la mayor exportadorade vino a granel de España, si, pero tampoco sería mentira si la leyenda cambiara por "el vino para hacer kalimotxo más vendido en el mundo".
¿Cómo es posible que todas las IGPs de España permitan a García Carrión utilizar tan gratuitamente esas afirmaciones?
Pero no solo pasa esto con Don Simón, un breve paseo por los supermercados dejan ver botellas con leyendas parecidas, el vino de Ribera más vendido, el Valdepeñas más vendido, el Rioja más consumido... todos ellos llevan el sello de García Carrión.
Puede parecer que tenga algo en contra de la bodega (o que me deban dinero...), pero ni mucho menos, pero creo que la imagen de este grupo bodeguero, den la imagen real del vino de España, no creo que sea un Don Simón, un Don Luciano o un Pata Negra exponentes del trabajo que se hace en las bodegas. El ser el más vendido no implica que sea el mejor vino.
Además, siendo el campeón del granel ¿cómo puede ser que haya tanto vino para repartir entre España y Europa?, ¿puede que hagan algún tipo de trampa, que vino que produzcan en La Rioja (por ejemplo) lo lleven camiones cisterna hasta la planta de Don Simón en Murcia, o que directamente en La Rioja envasen Don Simón? Puede ser factible, pero al ver la siguiente foto vi que me equivocaba por kilómetros, por miles de kilómetros:
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